Mírate. Llevas en este mundo toda la vida ¿Y qué obtienes? A veces algo, pero casi siempre nada, pasan los años cada vez más rápido y finalmente… ¿Qué?
No te preocupes, esto nos ocurre a todas las personas adultas. El motivo no es otro que la pérdida de rumbo; estamos desnortados y desorientados a causa de los engaños.
Imagina por un momento que el mago de la lámpara existe y que puedes pedir tres deseos, piensa, ¿Qué es lo que más deseas? ¿Mucho dinero? ¿Un coche? ¿Una casa? ¿Una Isla? ¿Un millón de euros? ¿Buena salud? ¿Sexo ilimitado? ¿Libertad? ¿Que vuelva Zapatero a ser presidente? Pide.
Pienses lo que pienses y decidas lo que decidas, todos acabaremos pidiendo lo mismo: Cosas, objetos o personas que nos hagan felices. Y ahí es donde se encuentra el engaño, en lo “exterior”.